Sirsasana o el equilibrio sobre la cabeza es una de las posturas más famosas entre las cuentas de Instagram sobre Yoga. Aunque parezca difícil e incluso dolorosa, esta postura no es nada complicada y haciéndola bien, no se siente nada de dolor.
¡Vamos a comprobarlo! Aquí tenéis una guía para conseguir esta postura paso a paso.
Sirsasana paso a paso
- Vamos a colocarnos de rodillas sobre nuestra colchoneta y agarrar con nuestra mano derecha nuestro codo izquierdo y viceversa, para obtener la medida de nuestros antebrazos. Esta medida es la que deberemos mantener mientras realizamos Sirsasana, procurando no colocar los antebrazos más lejos.
- Teniendo esta medida tomada, apoyamos nuestros antebrazos en el suelo, manteniendo los codos agarrados con las manos para no perder la distancia. Mientras seguimos manteniendo los codos en el mismo sitio, abrimos los brazos y entrelazamos las manos, apoyándolas en el suelo por el canto del dedo meñique. En el espacio creado se mantendrá «encajada» nuestra cabeza.
- Ahora, apoyamos la cabeza en el suelo, justo dentro del hueco que hemos creado con las manos. La parte de arriba de la cabeza estará apoyada en el suelo, mientras que la parte posterior de la cabeza queda sujeta y abrazada firmemente por las manos.
- Después de colocar perfectamente la cabeza y los brazos, pasamos a estirar las piernas apoyándonos sobre la punta de los pies: desde ahí, caminamos poco a poco hacia adelante hasta que nuestra columna esté lo más recta posible y nuestra cadera esté directamente encima de nuestra cabeza.
- En este momento, mientras empujamos fuertemente el suelo con nuestros antebrazos (la clave para subir sin problemas), levantamos la pierna derecha con la rodilla flexionada, y después la izquierda. Una vez que encontramos nuestro punto de equilibrio, con el core (músculos abdominales, lumbares, de la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la columna) bien activado para no caernos, estiramos ambas piernas hacia el techo. Una vez arriba podemos comenzar a jugar con distintas posiciones de las piernas.
¿Se puede hacer Sirsasana si eres principiante?
Siendo principiante, lo ideal sería que comiences ayudándote de una pared. Coloca las manos y la cabeza a pocos centímetros de la pared y esta hará de «tope» si te vences hacia adelante.
Asimismo, es bienvenida la ayuda de un compañero que te ayude a subir las piernas las primeras veces que intentas practicar esta postura.
Ejercicios específicos como la plancha o algo más sencillo como la vela pueden ayudarte a la hora de hacer Sirsasana.
¡Si te caes, aprende a caerte bien!
Para empezar, asegúrate de que tienes espacio suficiente en el lugar donde estés practicando, tanto hacia adelante como hacia los lados. Si practicas en casa, retira muebles con los que te puedas dar antes de empezar a practicar.
Algo que suele pasar a menudo, es que se pierda el equilibrio y caer hacia delante estando en Sirsasana con las piernas estiradas. Lo esencial es intentar que al caer, nuestra espalda esté redondeada para rodar sobre la colchoneta en lugar de caer recta sobre ella. Igual de importante es que intentemos descruzar los dedos antes de caer, ya que puede ser peligroso apoyar el peso de la cabeza sobre las manos con los dedos cruzados.
¿Qué te puede aportar Sirsasana?
Esta postura, conocida como «la reina de las asanas», provee de muchos beneficios. Al tratarse de una asana de inversión (postura en las que los pies quedan por encima de la cabeza) va a favorecer el retorno venoso y a mejorar nuestra circulación sanguínea. Esto nos ayuda a mejorar también el funcionamiento hormonal de nuestro cuerpo, ya que la mejor irrigación sanguínea consigue un mejor funcionamiento de la glándula tiroides. Además, se libera la carga de la columna.
Los músculos que más trabajan en esta postura son los de la zona del core, que se activan para ayudarnos a mantener el equilibrio.
Esta postura está contraindicada si sufres de hipertensión, hipotensión o problemas de cervicales.
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